La cotidianidad, los quehaceres diarios, las responsabilidades y necesidades inmediatas, en muchas ocasiones, dirigen nuestra atención a asuntos que tenemos que resolver a corto plazo, haciendo olvidar lo importante, lo que realmente queremos hacer.
Para un momento y piensa. ¿Qué te gustaría hacer con tu vida?
Los grandes cambios comienzan en uno mismo, con pequeñas acciones;
- El primer paso es la caída en cuenta. Pregúntate, ¿Que quiero hacer en mi futuro?.
- Definir lo que quiero.
- Genera un cambio de tendencia. Marca una orientación. Pon intención. Dirígete hacia ello.
- Se puede empezar modificando pequeñas cosas, hábitos diarios.
- Elimina miedos. Transforma los obstáculos en posibilidades de superación.
- Confía en ti y elabora un plan para poder llevarlo a cabo.
- Hazte amigo de la inestabilidad. Como decía Heráclito de Éfeso “Todo fluye, todo cambia, nada permanece”, “Nunca te bañarás dos veces en el mismo río”.
- Consigue Independencia Financiera. Que el dinero no se convierta en un muro que no te permite avanzar.
- Pregunta, rodéate de opiniones de expertos para que te orienten en la dirección correcta. El saber no ocupa lugar.
- El que busca halla. Siempre estas en la posición adecuada para dar el próximo paso.
La rapidez con la que tenemos que dar respuesta a tantos estímulos recibidos diariamente, la falta de consciencia, no darse cuenta de lo necesario que es definir lo que realmente se quiere hacer… ¿Hace cuánto que no piensas en tu futuro? Tómate tiempo, no es indiferente lo que hagas con tu vida ¿Vas a quedarte parado? Parafraseando a Walt Whitman “No permitas que la vida pase sin que tú la vivas”.
